En esta conferencia hacemos un repaso del tratamiento que la química ha tenido en la literatura y su relación con el progreso científico de las épocas en las que se publicaron.
La química ha tenido escasa presencia en obras literarias. El primer gran ejemplo fue la novela Las afinidades electivas, escrita en 1809 por Johann Wolfgang von Goethe (1749-1932), en la que demuestra su gran interés y conocimiento por la ciencia, en la que aplicó uno de los conceptos más importantes de los comienzos de la química científica –la afinidad– para explicar las relaciones humanas.