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La química y los adjetivos asociados: natural, sintético, artificial, ángel, demonio,….

Esta tarde será la cuarta sesión del curso de divulgación Los Avances de la Química y su Impacto en la Sociedad, que consistirá en una conferencia titulada La química y los adjetivos asociados: natural, sintético, artificial, ángel, demonio,…. La información del curso se puede ver aquí y el programa aquí.

En la conferencia de esta tarde, usando imágenes de personajes populares, con un tono divertido pero riguroso desde el punto de vista científico, se va a hacer un recorrido a la percepción social de la química; especialmente su tratamiento en prensa; desmontando tópicos como que todo lo «natural» es bueno y saludable; y, además, este término es antónimo con el de «artifical» (como sinónimo de «sintético», lo que no es absolutamente correcto), siendo éste sinónimo de malo e insalubre. También se discutirán los dos lados que toda actividad humana tiene, pudiendo describirse con la dicotomía ángel/demonio.

En la conferencia se discutirán todos estos conceptos aplicados a nuestra vida cotidiana; y se aclararán desde el punto de vista de la química.

Se destacará la importancia que los productos naturales han tenido en el desarrollo de la química, especialmente de la química orgánica, como fuente de inspiración y modelos en los que probar teorías químicas diversas, retos científicos para obtener productos naturales y análogos, y compuestos con actividad biológica interesante que pueden dar lugar al desarrollo de fármacos.

Una característica esencial de la química es que es “la ciencia que crea su propio objeto”, lo que permite obtener multitud de sustancias químicas que son alternativas eficaces a las sustancias de origen natural. Por otro lado, como presentado en la conferencia anterior, la química “es la ciencia de las cosas cotidianas”. Si analizamos todo lo que usamos a diario (utensilios del hogar, medicamentos y productos para cuidar nuestra salud, cosméticos, ropas, colorantes, materiales para producir energía o artículos para nuestro ocio o el deporte) está fabricado con moléculas o átomos.

En la conferencia se analizará el papel (científico, social, económico) de algunas tipos importantes de sustancias química: ozono, agua, dióxido de carbono, toxinas, pesticidas, aditivos alimentarios, plásticos, materiales energéticos; y su influencia en nuestra vida cotidiana (alimentación, trabajo, ocio, etc.).

Nota: Este post participa en el XXI Carnaval de Química que aloja UNUNCUNDIO en su blog Pero esa es otra historia y debe ser contada en otra ocasión

Bernardo Herradón García
CSIC
[email protected]

Química y alimentos

Un alimento es toda sustancia no venenosa, comestible o bebible que consta de componentes que pueden ingerirse, absorberse y utilizarse por el organismo para su mantenimiento y desarrollo.

Desde un punto de vista químico, los alimentos tienen la siguiente composición (en tipos de compuestos químicos):

1) Hidratos de carbono o sus constituyentes.

2) Grasas o sus constituyentes.

3) Proteínas o sus constituyentes.

4) Vitaminas o precursores con los que el organismo puede elaborarlas.

5) Sales minerales.

6) Agua.

Por lo tanto, todo lo que comemos es una mezcla de compuestos químicos.

Actualmente no existen problemas de producción de alimentos en el mundo; y si existe hambre en nuestro planeta es por un problema de distribución, en los que entran en juego intereses sociales, económicos, políticos, bélicos, etc.

A principios del siglo XIX, el filósofo Malthus (1766-1834) hizo el pronóstico de que en unas décadas la humanidad iba a desaparecer por falta de alimentos. Evidentemente se equivocó.

A pesar de que la superficie de terreno cultivado es mucho menor que hace dos siglos, tenemos alimentos suficientes para alimentar a los habitantes de un problema superpoblado. La razón es que el terreno agrícola es ahora mucho más productivo, es capaz de producir mayores cosechas y estas no se pierden por culpa de las plagas.

La química ha jugado un papel muy importante en este mayor rendimiento agrícola; proporcionando sustancias químicas que mejoran las cosechas (abonos, fertilizantes), supresores de plantas no productivas (herbicidas selectivos), protectores de plagas (plaguicidas, pesticidas) y aditivos para cosechas (quelantes de cationes).

Todas estas sustancias químicas tienen un papel beneficioso para el ser humano si se usan en la dosis adecuada (la que necesita la cosecha); si se usan en exceso, lo que no se necesita va a los distintos ecosistemas provocando problemas medioambientales.

Además, la química también ayuda a conocer las características del suelo, lo que permite una agricultura más racional. La química proporciona productos que cuidan la salud de nuestro ganado y acuicultura (nuestra principal fuente de proteínas) y purifica y potabiliza el agua.

También es importante destacar que actualmente podemos conservar los alimentos más tiempo y no dependemos, como en el pasado, de un consumo estacional y rápido. Esta situación permite racionalizar mejor la distribución de alimentos. Aunque en la antigüedad ya se conocían alguna manera de conservar alimentos (salmueras, salazones, ahumados, etc.), estos métodos modificaban su sabor y propiedades. Actualmente disponemos de sustancias químicas más versátiles y con mejores propiedades para conservar alimentos durante más tiempo. Los conservantes son un tipo de aditivos alimentarios.

Un aditivo alimentario es una sustancias que se añade a los alimentos, sin propósito de cambiar su valor nutritivo, principalmente para alargar su periodo de conservación, para que sean más sanos, sepan mejor y tengan un aspecto más atractivo. Los aditivos se clasifican según su función en:

1) Colorantes: modifican el color.

2) Edulcorantes: modifican el sabor

3) Aromatizantes: modifican el olor.

4) Conservantes: impiden alteraciones químicas y biológicas.

5) Antioxidantes: evitan la oxidación de los componentes de alimentos.

6) Estabilizantes: mantienen la textura o confieren una estructura determinada.

7) Correctores de la acidez.

8) Potenciadores del sabor: refuerzan el sabor de otros compuestos presentes.

Los aditivos tienen un código formado por la letra E seguida de tres cifras (E-_ _ _). Aunque a veces se ha especulado que este sistema es oscuro para despistar al consumidor; su objetivo es el opuesto, pues sirve para que sepamos que aditivos tienen los alimentos que consumimos, independientemente del idioma en el que esté escrita la etiqueta o prospecto. La lista de aditivos alimentarios, y sus códigos corerspondientes, se puede descargar aquí.

Sobre el efecto para la salud de los aditivos alimentarios se podría hablar largo y tendido (quizás para futuros artículos en el blog); pero lo que es cierto es que todos los autorizados han tendido que pasar los registros de sanidad y/o consumo correspondientes en los distintos países. Otro asunto es que el uso y la producción masiva y/o descontrolada de algunos de ellos (por ejemplo, los colorantes) pueda ser perjudicial para la salud; pero para tener la certeza de la peligrosidad y/o inocuidad, habrá que seguir investigando; y los científicos del área de la ciencia de alimentos están dedicando muchos esfuerzos a esta tarea.

Más información.

Bernardo Herradón-G y Yolanda Pérez

CSIC y Universidad Rey Juan Carlos

[email protected]

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